La realidad es que a veces “necesitamos” una relación con un mayor o un menor grado de exclusividad, dependiendo de nuestro momento critical y del de la persona con la que nos estamos vinculando. Y si “probamos” el poliamor y vemos que no es para nosotros en este momento (que puede que en otro sí) no ha de ser un fracaso.
Es importante establecer límites claros desde el principio en una relación de tres. Esto ayudará a evitar malentendidos y a asegurarse de que todos los involucrados estén en la misma página. Algunos consejos para establecer límites efectivos incluyen:
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Hasta hace pocos años las relaciones de pareja han estado dominadas por una concepción muy específica sobre lo que es el amor: el amor romántico.
Aunque las relaciones de tres personas no son tan comunes como las relaciones tradicionales, están ganando terreno y son cada vez más comunes.
Estudios sociológicos indican que del matrimonio como modelo único de pareja se ha pasado a un mapa variado de relaciones que se centran en el pacto privado
Entre ellas suelen poder tener sexo y afectos entre los tres miembros, pero en ocasiones se excluye la posibilidad de tener encuentros con personas externas a la trieja. O sí se pueden tener relaciones, pero serán jerárquicamente inferiores a la relación de tres.
Por otro lado, hay muchas maneras de vivir el poliamor, y el hecho de que más de dos personas puedan participar en una relación poliamorosa no hace sino ampliar el número de posibilidades, De hecho, como el poliamor es una manera de gestionar la afectividad y no necesariamente el sexo, puede ocurrir que todas las personas que participan en un grupo de poliamor tengan distintas orientaciones sexuales o simplemente no tengan sexo; y también puede pasar que algunas sí tengan relaciones íntimas de este tipo y otras no.
En esta etapa, las personas comienzan a sentirse profundamente comprometidas unas con otras y empiezan a identificarse como un “nosotros” en lugar de como un individuo separado. Muchas veces, este compromiso adoptará una forma pública, como una propuesta o una actualización de estado en las redes sociales.
A veces uno no tiene ganas y se queda leyendo, o se va de see this la habitación... ahora que tenemos la cama grande ni siquiera te vas de la habitación: uno se queda al costado como diciendo…”
“Si ya es muy difícil coordinar la vida own, common y laboral con una pareja, imagínate con dos o tres”, dice Cecilia Bertinetti. Aunque ella ha llegado a tener hasta dos relaciones y Miquel Olavarría tres por fuera del vínculo que comparten, hoy no tienen ninguna aparte de la suya. “Hay que ser coherente de tus limitaciones y del tiempo que dispones.
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Por el contrario, explica: “esto no va de sexo ni de multiplicar parejas, sino de desdibujar a la pareja, sacarla del centro de nuestra vida”.